Todo empieza cuando deje de usar aretes y decidí abrir yo misma el agujero en mi oreja. A esto le añadimos que no fue solo una vez, ya que cada que usaba aretes volvía a hacer lo mismo. Cierto día note que iban creciendo como unas pequeñas bolitas que ingenuamente pensé desaparecerían, sin embargo no fue así así y mas allá de ir con un medico decidí seguir haciendo el intento de ponerme aretes.
La situación se iba complicando y estas bolitas crecieron mas de lo que yo pensé, aunque ya eran parte de mi y yo no me preocupaba mucho por ellas solo pensaba en cubrirlas porque yo las veía muy normal pero me daba miedo lo que pensarían los demás.
Así pasaron años, mas de cinco y estas bolitas eran bastante grandes y notorias, la parte del lóbulo interior de mi oreja ya no tenia forma y aun así seguía sin ir al medico.
Para esto yo ya tenia unos bultitos en el pecho que igual pensé desaparecerían.
Un día de camino por la playa me pare para comprar unas cosas con mi papa, yo llevaba una coleta (cabello recogido) entonces la señora me miro espantada y me dijo que debía ir con un medico por lo de mi oreja que para eso había tratamiento (en tono de asombro y con cara de asco). Obviamente te preguntas porque le dije yo, te diré que me quede callada mirando a mi papa, yo tenia 17 años y tenia miedo y vergüenza, en ese preciso momento quería cubrir mi oreja por completo y llorar sola en un rincón.
Definitivamente fue uno de los momentos mas duros para mi, hasta ese momento yo había tenido un escudo que hacia que nadie me pregunte por lo de mi oreja y llega una señora desconocida a romper ese escudo con simples palabras.
Después de eso mi papa me dijo que me llevaría al medico y así fue como tuve mi primer tratamiento que fue con un cirujano que opero mi oreja, extrajo los 3 queloides y la volvió a armar.
Lo de los queloides del pecho es otra historia. Gracias por leer hasta aquí, te invito a comentar sobre tu experiencia o si conocías ya el termino QUELOIDES.
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